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biodiversidad

La Cordillera Cantábrica

La Cordillera Cantábrica, ubicada en el noroeste de España, es una cadena montañosa donde el pastoralismo moldea un rico ecosistema, albergando más de 300 osos pardos y diversas especies, incluyendo reptiles e invertebrados. Este patrimonio natural, también frecuentado por lobos y ciervos, ha sido explorado durante 36 años por Vincent Vignon, quien nos revela sus secretos.

Un patrimonio natural moldeado por actividades humanas: La Cordillera Cantábrica

Anidada en el noroeste de la península ibérica, la Cordillera Cantábrica se erige como una cadena montañosa cuyo paisaje y biodiversidad han sido esculpidos por siglos de interacción humana y natural. Este macizo, que alberga una fauna y flora diversificadas, es especialmente conocido por su población de más de 300 osos pardos, una cifra notable que testimonia la riqueza de su ecosistema.

La gestión pastoral y sus efectos sobre la biodiversidad

La influencia humana en esta región es palpable a través del pastoralismo extensivo, una práctica que no solo ha estructurado los paisajes vegetales como los brezales, sino que también ha favorecido una mosaico de hábitats. Estos son esenciales para las numerosas especies de ungulados salvajes, tales como los ciervos, que pueblan la región. La diversidad de plantas y la gestión de los terrenos abiertos mantienen una alta biodiversidad, especialmente entre las comunidades de invertebrados y reptiles, que encuentran refugio y sustento en estos hábitats variados.

Predadores y pastoralismo: una coexistencia beneficiosa

Los grandes predadores de la Cordillera Cantábrica, incluyendo osos y lobos, se benefician enormemente del pastoralismo. Estos animales aprovechan la presencia regular de ungulados salvajes, facilitada por las prácticas agrícolas locales, que aseguran una fuente de alimento constante. Esta interacción compleja entre las actividades humanas y los predadores contribuye a un equilibrio ecológico, permitiendo que las diferentes especies coexistan en un entorno compartido.

Vincent Vignon: Testigo de la transformación de la Cordillera

El explorador y naturalista Vincent Vignon ha dedicado gran parte de su vida a estudiar este macizo. Tras 36 años de estancias repetidas, Vignon ha desarrollado un profundo entendimiento de la dinámica ambiental y la cohabitación entre el hombre y la naturaleza en esta región. Su trabajo contribuye a concienciar al público sobre la importancia de la conservación y la necesidad de una gestión equilibrada de los territorios naturales.

La Cordillera Cantábrica es un ejemplo elocuente de cómo las actividades humanas pueden influir positivamente en los ecosistemas naturales, favoreciendo una biodiversidad rica y apoyando la coexistencia de múltiples especies. La dedicación de personas como Vincent Vignon subraya la importancia de continuar explorando y protegiendo estos paisajes únicos para las generaciones futuras. Sigamos, pues, las huellas de Vignon en la exploración de este ecosistema excepcional, donde cada elemento natural revela los secretos de una coexistencia exitosa entre el hombre y la naturaleza.

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